Cabreado/a
La ira, la rabia, el cabreo,
son como un caballo salvaje
La ira, la rabia, el cabreo, son como un caballo salvaje. Si aprendes a domesticarlo, puede llevarte tan lejos como quieras, pero si dejas al caballo "salvaje" se desbocará, te tirará a ti al suelo o hará daño a los que encuentre a su paso.
No te olvides, tú eres el jinete de ese caballo, a ti te toca domesticarlo y aprender a trotar con él para hacer el viaje de tu vida. Ser un jinete experto te llevará tiempo, pero no te rindas.
La ira puede protegerte en un momento determinado, ayudarte a salir de situaciones injustas y es una energía valiosa para construir el mundo que deseas. Necesitas descubrir cómo utilizar esa energía.
Para domar al caballo salvaje
La rabia nos impulsa a la acción
La rabia se vive como respuesta a algo que sucede fuera de nosotros, por eso la rabia nos impulsa a la acción, pero recuerda que hay dos límites a la acción:
- No te hagas daño a ti mismo, a ti misma
- No hagas daño a los demás
¡Ah!, las puertas y los objetos que te encuentras por el camino no te han hecho nada. No necesitas romperlos.
Necesitas “sacarlo” de algún modo
Si la emoción es muy fuerte y necesitas “sacarlo” de algún modo, vete a correr, haz ejercicio físico intenso hasta que te agotes. Es más fácil domar al caballo cuando está físicamente cansado.
Detrás de la rabia, de la ira, siempre hay un dolor o sufrimiento profundo y una necesidad personal (de reconocimiento, de afecto, de seguridad, de valía…).
Con la rabia también está el dolor
Te ayudará ser consciente de lo que te hace sufrir intensamente. Con la rabia también está el dolor y el llanto. Es así. Darnos cuenta de ello, del dolor que sentimos, nos pondrá en contacto con lo que necesitamos.
Pasos para ir domando al caballo
Cuatro pasos para ir domando al caballo:
- Reduce la intensidad del impulso a “destrozar” con ejercicio físico
- Identifica cuál ha sido el desencadenante
- Reconoce el dolor o el sufrimiento que te causa. Comparte este dolor con alguien que te quiera. Te ayudará
- Pon nombre a lo que necesitas para ti, para estar bien
No te precipites
Quién sabe, a lo mejor puedes comunicarte con la persona o personas que te han hecho daño y decirles con claridad qué es lo que necesitas. O quizás no sea necesario. Piénsalo, en cada momento toma la decisión que necesites. No te precipites, háblalo con alguien que te quiera o cuide bien.
Construir la vida que tú quieras
En ocasiones no logramos que otros cambien, pero siempre podemos tomar decisiones sobre nuestra propia vida. Dedica tu esfuerzo, tu tiempo, tu energía y tus pensamientos a construir la vida que tú quieras, no lo emplees en destruirte tú o en destruir lo que te enoja. Tienes un caballo poderoso, así que haz tu propio camino.
Necesitas descubrir algo sobre tu enfado
Las emociones son pasajeras y nos ayudan a tomar decisiones sobre nuestra vida. Si tu enfado es permanente o te sientes irritable casi siempre, busca ayuda, necesitas descubrir algo sobre tu enfado para recobrar la calma.
Anestesiar la rabia y el dolor
Dos sugerencias: Anestesiar la rabia y el dolor haciéndote daño o consumiendo sustancias que te perjudican, no te ayudará. Cuando haces esto estás encerrando un caballo salvaje en tu dormitorio, a la larga te hará más daño y puedes llegar a perder ese magnífico caballo.
Comparte tu ira y tu rabia con personas que te aporten calma y apoyo sincero. Muchas personas, ante tu rabia, agitan a su propio caballo salvaje. No necesitas una manada de caballos salvajes para sentirte mejor. Cuídate y cuida de los demás.
Si percibes que no puedes con ella,
busca ayuda
Si te sientes sobrepasado por esta situación, si percibes que no puedes con ella, busca ayuda. En tu colegio, en tu familia, hay personas que te pueden ayudar, búscalas, pide ayuda. Solo encontrarás si buscas.