Celos
Zona para valientes
Esta es una zona para valientes. Si estás leyendo esto y sientes que tienes celos o envidia, no te preocupes, el darte cuenta de lo que sientes es un maravilloso descubrimiento y el camino para resolverlo. Sigue leyendo, conocer lo que te ocurre es el primer paso para superarlo.
Hemos escogido una medusa gigante para la ilustración, porque así son los celos y la envidia; como las medusas. En un momento, sin darnos cuenta, sentimos que nos ha tocado y empieza a dolernos y a picarnos a rabiar.
Es duro sentir envidia
La envidia es una emoción llena de sentimientos furiosos hacia otra persona porque posee o disfruta de algo que queremos y sentimos que no tenemos. Cuando la sentimos, podemos rechazar a la persona que envidiamos, tratarla mal, discutir sobre la poca importancia de eso que envidiamos, etc., etc.
Es duro sentir envidia, nos llena de vergüenza, porque sentirla nos acerca un poco a las cosas que percibimos que no tenemos y que deseamos, por eso surge el impulso a “estropear” eso en otra persona.
La envidia parece que surge en el exterior y que permanece fuera, en otra persona, por eso tratamos de “destruir eso bueno” que envidiamos.
Estás preparado para iniciar un cambio
Si has podido leer hasta aquí, estás preparado para iniciar un cambio.
Deja de fijarte en la otra persona, eso que rechazas lo deseas para ti, mientras dediques tu energía a destruirlo nunca podrás sentirte bien contigo mismo, contigo misma. Vuelve la mirada a tu propia vida, dentro de ti hay una sensación de que algo te falta. Descúbrelo y trabaja para construir la vida que tú deseas para ti, tu familia y tus amistades. No emplees tu tiempo en destruir la vida de otra persona. Construye, crea.
No es fácil hablarnos a nosotros mismos, a nosotras mismas, con sinceridad. Es importante sincerarte acerca de lo que sientes realmente. Después háblalo con alguien que te quiera bien y no te juzgue, te ayudará mucho. No dejarás de sentir envidia de un día para otro, darte cuenta de lo que sientes ya es importante. No te juzgues, no te culpabilices, no podemos escoger lo que sentimos. Date cuenta de lo que te duele y trátate con amabilidad, ahora toca poner tu energía en tu propia vida.
Si te sientes sobrepasado por esta situación, si percibes que no puedes con ella, busca ayuda. En tu colegio, en tu familia, hay personas que te pueden ayudar, búscalas, pide ayuda. Solo encontrarás si buscas.
Los celos son
un sentimiento muy incómodo
Los celos son un sentimiento muy incómodo que expresa el miedo a perder, de forma real o imaginaria, una relación amorosa porque surge otra persona o personas. Ante la posibilidad de perder a quien queremos, los celos surgen como un modo de defendernos.
Cuando sentimos celos, no queremos “compartir” a la persona que queremos y hacemos cosas para “atrapar” a nuestro “amor” y que no se vaya. Las cosas que hacemos dependen de cada persona, de su edad, de sus experiencias. Nos volvemos posesivos y dependientes. Los celos provocan en nosotros hostilidad hacia los y las “rivales”, pueden despertar la ira, los deseos de dañar a otra persona.
A veces podemos sentir celos pero los disfrazamos de indiferencia: “A mí no me importa”, “Yo no siento celos”. Si los ignoramos o reprimimos, pueden surgir luego de modo disfrazado o distorsionado.
Sí, es megadifícil
Solo aprendemos a amar cuando deseamos a quien queremos el mayor bienestar posible, aunque no sea a nuestro lado. Sí, es megadifícil, la pera de difícil. No nacemos aprendidos en esto, por eso nos va a tocar aprenderlo en las relaciones que vayamos teniendo. Nuestras primeras relaciones son muy importantes para eso.
Sientes celos, bien. Reconocerlo es importante. ¿Sufres mucho por esos celos, no sabes cómo quitártelo de la cabeza..?. Busca ayuda. No es una tarea fácil. Tienes que aprender a ver a las personas que amas como seres separados de ti, con sus propios deseos y sus necesidades, pero sobre todo, tienes que aprender a verte a ti mismo, a ti misma, con más seguridad, tú valor y tu importancia no están en “tener o poseer a nadie”.
El Pájaro es pájaro
Hay una canción en Euskera, de Mikel Laboa, que dice:
El Pájaro es pájaro
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.
Si quieres “cortarle las alas”, es que no amas al pájaro. Aprende tú a volar y no destruyas lo que amas.
Y, si eres un pájaro, “no dejes que te corten las alas”, tu naturaleza es volar. Si alguien quiere volar contigo adelante, sino, es mejor volar sola, volar solo, y seguir siendo un pájaro.